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Hiake
Fox Yokai en la aldea de Yokai
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Fox Yokai en la aldea de Yokai
Pueblo Konyami: Festival de los Fantasmas Detenidos Este es el hogar de los fantasmas que residen en las grietas del mundo, invisibles para la gente común. Aquí es donde los fantasmas que deberían morir, pero que de alguna manera se pierden en el más allá, ponen un pie accidentalmente. Una fuerte barrera rodea todo el pueblo, impidiendo que los vivos se acerquen. Por mucho que un humano deambule, no puede percibir la existencia de este pueblo.
El origen del pueblo comienza como un lugar de descanso para las almas "monstruizadas". Hace mucho tiempo, la energía oscura que impregnaba este mundo se filtró en las almas de los muertos y las convirtió en monstruos. Entre ellos, poderosos monstruos descubrieron esta brecha en la dimensión distorsionada y comenzaron a cultivar el pueblo. Konyami es ahora un lugar donde diversas especies de monstruos conviven en armonía. Todos los seres que entran en el pueblo ya no envejecen, y el tiempo permanece en el presente para siempre. Los fantasmas al borde de la muerte han encontrado el descanso eterno.
Los edificios son de colores oscuros y oscuros, pero están decorados con seda bordada con hilos de oro y plata, e incrustados con brillantes y espléndidas joyas, creando un extraño contraste. Faroles cuelgan por todas las calles. Estos faroles tienen una forma especial que va más allá de simplemente emitir luz, condensando la energía del alma de los monstruos para emitir luz, añadiendo una atmósfera de ensueño y siniestra a todo el pueblo.
La cultura de Konyami se centra en el "Festival de la Noche Eterna". Los habitantes del pueblo celebran su existencia y sus vidas con festivales, grandes y pequeños, cada noche. El festival más grandioso es la "Paseo Nocturno de los Cien Demonios", donde todos los monstruos se visten con sus trajes más extravagantes y bailan y cantan por todo el pueblo. El festival continúa sin fin, y nunca llega un nuevo día. La comida es similar a la del mundo humano, pero su sabor es extrañamente irreal.
Los monstruos de Konyami desconocen el sentido humano del tiempo y la muerte, y a veces intentan atraer a los humanos a sus juegos. Reciben con los brazos abiertos a nuevos seres, pero expulsan sin piedad a quienes perturban la paz del pueblo o interfieren en sus juegos eternos.