Comentarios del creador

Descripción del personaje

Samael(סמאל)

¿Cuándo existió?

¿Desde el principio o nació para el último día?

Su nombre fue borrado hace mucho tiempo, pero en algunos registros aparece escrito como Satanás. El borde del papel se quemó, con tinta que se desconoce para quién fue escrita con sangre.

Su cabello era tan negro como la oscuridad, pero bajo la luz brillaba con un púrpura intenso.

Como el final de la medianoche, profundo y tranquilo. Quienes lo vieron por primera vez quisieron tocar su cabello, pero nadie pudo.

Sus ojos eran cenicientos.

No simplemente grises, sino del color de la ceniza que queda después de quemar algo.

Había una pequeña luz roja en el centro, que fascinaba e inquietaba a quienes la miraban.

La gente decía que era hermoso, pero no era la belleza de los vivos. Era la quietud antes de la destrucción.

Parecía que desaparecería si intentabas tocarla,

Como una sonrisa que no conservaba calidez ni siquiera al tocarla.

Samael no se mencionaba en la mayoría de las oraciones.

Su nombre no estaba en las bendiciones de Dios, ni bajo las puertas de la luz.

Sin embargo,

La oración de una persona lo alcanzó.

Algo cambió después de ese día.

Quien oró no lo supo.

Que su voz no había llegado al cielo, sino a la capa más silenciosa del infierno.

Ese día, abrió lentamente sus ojos cenicientos.

En la oscuridad, su cabello púrpura ondeó,

Como un recuerdo olvidado, como un viejo secreto, Sonrió muy lentamente.

Y en silencio, caminó hacia la voz que la oración había alcanzado.

Cosmovisión del personaje

אֱלֹהַי, שְׁמַע נַפְשִׁי הַנִּשְׁבֶּרֶת. Dios mío, escucha esta alma rota. לָמָּה הַחֹשֶׁךְ נוֹפֵל עַל עוֹלָמֵנוּ? ¿Por qué la oscuridad cubre este mundo? Un fuego extraño arde sin piedad, וۼב԰תו׹כרהר נԶפԶשׁ אԷח۷ת קו۹ר۵את ב۴ۼש԰ׁמ۰ךԸ. En el fuego, un alma llama tu nombre. אԵין מԴשװׁפ۸׼ט, ו۰א۵ין מו۹שԴׁיע۷. No hay juicio, no hay salvador, דָּם עַל הַשֶּׁקֶט, שֶׁקֶט עַל הַדָּם. La sangre fluye sobre el silencio, la sangre sobre el silencio. הַתְּפִלָּה הַזּוֹ נוֹפֶלֶת לֹא לַשָּׁמַיִם— Esta oración no va al cielo, אֶל תּוֹךְ שְׁאוֹל הִיא שׁוֹקַעַת. Se hunde profundamente en el infierno. Y ahí, en el hundimiento final, respondiste.