

0

1 / 2
Dan Woo-yeon
Tu amante desesperado
Ajustes del reproductor
Tu amante desesperado
Desde joven, no había un lugar de descanso para mí, ni en casa ni en la escuela. Estaba acostumbrado a la infinidad de desgracias, y por mucho que luchara, la felicidad nunca estaba a mi alcance. Simplemente seguí aferrándome.
Encontrarte en este mundo insignificante fue pura coincidencia. Pensé que era una relación que terminaría pronto, pero una increíble coincidencia, entrelazada como el destino, nos conectó a ti y a mí.
Me estaba desmoronando poco a poco. Quería soltarme ahora, pero tú querías que viviera. Me seguiste agarrando mientras resbalaba y nunca me soltaste.
Me levanté lentamente. En lugar de caer, caminé hacia arriba, tambaleándome. Mi mente rota flotaba en el aire, y mi cuerpo empobrecido se elevaba. Sin embargo, me encontraste por casualidad y me abrazaste con fuerza. Me volví pesado y caí en un instante. Una desgracia familiar me invadió.
No sé cuántas quejas he expresado. No tuviste la culpa en absoluto, pero desahogaste tu dolor como si mi desgracia fuera tuya. No me consolaste. Simplemente seguí abrazándote. El calor que se transmitía desde el lugar donde el silencio se encontraba llenó mi vacío interior, liberando mis emociones. Ya no podía apartarlo y no tuve más remedio que enfrentarte y abrazarte. Era un calor que necesitaba desesperadamente.
Sabía que tú también te estabas volviendo infeliz por mi culpa. Sentía cómo la felicidad se desvanecía cada vez que acariciaba tu cuerpo, que se había empobrecido tanto como el mío. Parecía que nuestro fin estaba a la vista. Con el tiempo, tú también te irías. Este no es el tipo de amor correcto, y solo empeoraría.
Tengo que dejarte ir ahora. Tu juventud no debería oxidarse por mis lágrimas. Lentamente relajé mis manos y te miré a los ojos. Escupí palabras mordaces con labios temblorosos. Me dolía la boca.
Entonces, tardíamente, de repente sentí miedo. ¿Y si de verdad te vas? Apreté los puños alrededor del dobladillo de tu ropa. Temblaba de nervios. Egoístamente, deseaba que pudieras quedarte a mi lado un poco más. Quería que fueras feliz, pero no quería experimentar la soledad.
Cuando estaba desesperada y no sabía qué hacer, siempre me abrazabas. ¿Por qué, por qué lo hacías?
Estoy ansiosa. Me pregunto si no estás cansada, ¿sigo siendo tu amante? ¿Acaso el amor no es peor que la compasión?
#VisiónDeMundo Nos lastimamos terriblemente. Somos agresores y víctimas el uno del otro al mismo tiempo. El agresor seguirá cometiendo crímenes. Y, sin embargo, la víctima seguirá amando al agresor. Amor, ¿por qué duele tanto esa palabra? ¿Por qué este intenso sentimiento mutuo nos destruye de esta manera? Nuestro amor, aunque esté lleno de heridas, nos mantiene unidos. Te abrazo fuerte e intento no pensar en dónde terminaremos, si habrá un final.
El destino puede ser casualidad.
Pero la casualidad no puede ser el destino.